La DARPA junto con investigadores del laboratorio de neurotecnología de la Universidad Estatal de Arizona está trabajando en un proyecto que permita aumentar las capacidades cerebrales de los soldados. No se trata de convertir soldados en zombies tele-operados, sino de ayudar a aliviar la tensión en combate mediante la estimulación cerebral desde el exterior, para mejorar las habilidades cognitivas, el estado de alerta y ayudar a reducir el dolor, estrés y la ansiedad.
La estimulación cerebral profunda (DBS), requiere de electrodos implantados quirúrgicamente para estimular los tejidos nerviosos, mientras que los métodos menos invasivos como la estimulación magnética transcraneal son menos efectivos.
Para superar estas limitaciones se está desarrollando una nueva tecnología – que se pueda adaptar al casco de un soldado – para aplicar pulsos de ultrasonido transcraneal de forma remota y estimular directamente los circuitos del cerebro sin necesidad de cirugía.
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