Se trata de un implante subretinal, gracias al cual científicos alemanes lograron devolver la visión a tres pacientes.
Aunque antes se habían realizado experimentos similares con poco éxito, un grupo de científicos alemanes de la Universidad de Tubinga lograron restaurar la vista a tres pacientes – que sufrían un tipo de ceguera congénita – gracias a un microchip instalado detrás de la retina.
Según el trabajo, difundido por la revista Proceedings of the Royal Society B, uno de los individuos incluso fue capaz de identificar y encontrar los objetos colocados sobre una mesa frente a él y caminar de forma independiente.
El dispositivo, llamado implante subretinal, fue implantado inicialmente a 11 personas. Tal como le explicó a la BBC el profesor Eberhart Zrenner del Instituto de Investigación Oftalmológica de la mencionada universidad, algunos no notaron mejoras debido a que su condición era demasiado avanzada para beneficiarse con el dispositivo, pero la mayoría logró detectar objetos brillantes.
Sin embargo, cuando los científicos decidieron colocar el chip más atrás de la retina, en el centro de la mácula -la zona de la retina encargada de la visión central- en tres de los pacientes obtuvieron mejores resultados.
Datos:
Dos de los pacientes del experimento perdieron la visión por retinitis pigmentaria (RP).
El tercero por un trastorno llamado coroideremia.
Aunque antes se habían realizado experimentos similares con poco éxito, un grupo de científicos alemanes de la Universidad de Tubinga lograron restaurar la vista a tres pacientes – que sufrían un tipo de ceguera congénita – gracias a un microchip instalado detrás de la retina.
Según el trabajo, difundido por la revista Proceedings of the Royal Society B, uno de los individuos incluso fue capaz de identificar y encontrar los objetos colocados sobre una mesa frente a él y caminar de forma independiente.
El dispositivo, llamado implante subretinal, fue implantado inicialmente a 11 personas. Tal como le explicó a la BBC el profesor Eberhart Zrenner del Instituto de Investigación Oftalmológica de la mencionada universidad, algunos no notaron mejoras debido a que su condición era demasiado avanzada para beneficiarse con el dispositivo, pero la mayoría logró detectar objetos brillantes.
Sin embargo, cuando los científicos decidieron colocar el chip más atrás de la retina, en el centro de la mácula -la zona de la retina encargada de la visión central- en tres de los pacientes obtuvieron mejores resultados.
Datos:
Dos de los pacientes del experimento perdieron la visión por retinitis pigmentaria (RP).
El tercero por un trastorno llamado coroideremia.
